PRIMERA GUERRA CARLISTA









The First Carlist War was a civil war that took place in Spain, between 1833 and 1840. The Carlists, who supported Carlos María de Isidro Bourbon with an absolutist regime, and the Elizabethans, who defended Isabel II in the regency of María Cristina Bourbon, whose government was also absolutist. This government moved towards  liberalism to gain  popular support.


Origen

La guerra fue planeada por Carlos María Isidro, debido a la cuestión sucesoria, ya que había sido el heredero al trono durante el reinado de su hermano Fernando VII, ya que éste, carecía de descendencia. Sin embargo, el nuevo matrimonio del rey y el embarazo de la reina abren una nueva posibilidad de sucesión.

En marzo de 1830, el rey publica la Pragmática Sanción (también conocida como Ley Sálica, donde se restablecía así el derecho sucesorio tradicional castellano, según el cual podían acceder al trono las hijas del rey difunto en caso de morir el monarca sin hijos varones) de Carlos IV aprobada por las Cortes de 1789.

No obstante, Carlos María Isidro, no reconoció a Isabel como princesa de Asturias y cuando Fernando murió, Isabel fue proclamada reina bajo la regencia de su madre, y Carlos en el Manifiesto de Abrantes mantuvo sus derechos dinásticos, llevando al país a la Primera Guerra Carlista.

Carlos María Isidro


Contendientes

El campo y las pequeñas ciudades del País Vasco y Navarra apoyaron mayoritariamente al pretendiente Carlos. En Aragón y Cataluña se vio como una oportunidad de recuperar sus derechos forales, perdidos tras la Guerra de Sucesión Española, mediante los Decretos de Nueva Planta.

En el otro bando, los liberales y moderados se unieron para apoyar a María Cristina y a su hija Isabel.
Controlaban las principales instituciones del Estado, la mayoría del ejército y todas las ciudades importantes.
Recibieron apoyo del Reino Unido, Portugal y Francia en forma de créditos para el tesoro y de fuerzas militares.

Fases de la guerra 

OFENSIVA CARLISTA:

Son los carlistas quienes, guiados por líderes más eficientes, organizan a las tropas en los principales territorios que domina. Se destaca la participacion de líderes como: Zumalacárregui y Juan Antonio Guergué.

 

                                                    

Zumalacárregui



Juan Antonio Guergué









REPLIEGUE CARLISTA:

La fase comienza en 1835 y termina en 1837. Los cristinos logran una mayor coordinación y se asientan dentro del territorio carlista. Se destaca la presencia de las expediciones por parte de Miguel Gómez Damas y la Real  encabezada por Carlos María Isidro. La expedición Real fracasó y esto supuso el fracaso de esta fase.

Este fue el mapa de la expedición Real.








AGOTAMIENTO DEL CARLISMO:

Tras la batalla de Luchana los carlistas pierden la oportunidad de tomar Bilbao y una de las últimas ocasiones de poder ganar la guerra. Su derrota en Bilbao, supone la creación de una facción carlista que apoya el fin de la guerra, viendo improbable ya la victoria.
Grabado de la batalla de Luchana


LA GUERRA Y LOS FRENTES DEL NORTE

Tras la muerte de Fernando VII, Carlos hizo un llamamiento al ejército y a las autoridades para que se sumaran a su causa, pero con escasa repercusión. En el ámbito internacional tan sólo el rey Miguel I de Portugal lo reconoció, lo que llevó a la ruptura diplomática entre España y Portugal. En los primeros días de octubre se sucedieron las insurrecciones en varios puntos de España: Castilla La Vieja y la Nueva, Aragón, Valencia y Cataluña.


La guerra comienza cuando el general Ladrón de Cegama proclamó rey al infante don Carlos con el nombre de Carlos V el 6 de octubre de 1833, apoderándose con los voluntarios sublevados de Logroño y pasando a Navarra a unirse con los sublevados de esta provincia. La unión de estos voluntarios en Navarra fue la causa de las tropas de las que se hizo cargo Tomás de Zumalacárregui y que hicieron posible que la guerra durase siete años.




 
Tomás de Zumalacárregui

Las fuerzas carlistas del norte quedaron centradas en la figura de Tomás de Zumalacárregui. Este, equipó a sus hombres con armas, y consciente de su inferioridad numérica y armamentística reprodujo la táctica guerrillera que conocía desde la Guerra de Independencia, ayudándose en el accidentado relieve y en el apoyo de gran parte de la población civil.

Durante el año 1834 se sucedieron las victorias carlistas en importantes acciones, como el asalto a un convoy de armas entre Logroño y Cenicero, las acciones de Alegría de Álava.

Pero en marzo y abril de 1835, con la Acción de Larremiar contra Francisco Espoz y Mina, Zumalacárregui volvió a participar con éxito.

Finalmente, Zumalacárregui murió en junio de 1835

 

 LOS FRENTES DE LA GUERRA


CASTILLA LA VIEJA Y LA NUEVA


En ambas Castillas los movimientos carlistas también existieron. Fueron más importantes en Castilla la Vieja. En las zonas cercanas a las provincias Vascongadas y Navarra, los carlistas, bajo la presión de las tropas isabelinas, acabaron amparándose en los carlistas vasco-navarros.

 En Castilla la Vieja, fue en Burgos y Soria dónde más éxito tuvo la insurrección, movilizando un total de 10.000 hombres al mando de Jerónimo Merino e Ignacio Alonso Cuevillas.

En Castilla la Nueva los movimientos carlistas se centraron en Ciudad Real y en las zonas próximas a Cuenca y Albacete. La partida más importante de la región fue la de los hermanos Palillos. Esta estaba formada por jinetes en su mayor parte y llegó a ser numerosa comparada con las demás.


FRENTE DE VALENCIA Y ARAGÓN

  El 13 de noviembre de 1833 los carlistas obtienen una importante victoria en Morella, pero tras la reacción del gobierno, que manda un gran ejército hacia allá, los carlistas huyen de Morella.

En este frente destacamos las batallas de Calatayud, Zaragoza y Huesca.
Finalmente los carlistas vuelven a conquistar Morella, que la establecen como su capital de admministración.


FRENTE DE CATALUÑA

  El mando del Pretendiente envió un contingente de fuerzas del territorio carlista vasco-navarro, seleccionado entre los más experimentados batallones de los que disponía, en agosto de 1835 bajo el mando de Juan Antonio Guergué formado por 2.700 hombres con la misión de organizar el frente en Cataluña. Llegado a su destino Guergué, consiguió agrupar una numerosa fuerza, intentanto tomar Olot pero fracasando en el intento.

 

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